En el trascurro de de los periodos que siguieron se produjeron nuevas sacudidas que remodelaron estos depósitos de arcosa: así nació la característica mas destacada y fundamental de Ayers Rock, o sea, la serie de estratos en ángulo recto a la llanura circundante.
Y siguieron pasando millones de años. Se formaron nuevos depósitos y se produjeron nuevas erosiones, esto ocasionó, una pérdida de altura del altiplano que se había formado. Los estratos del Ayers Rock y el cercano monte Olga ofrecieron una mayor resistencia a estas erosiones, lo que originó a los numerosos y pequeños valles que hoy dividen el monte.
En los próximos 69 millones de años el paisaje de esta zona experimentó otro cambio, el Ayers Rock se convirtió en una isla en medio de un gran lago. Pero conforme pasaban los años el clima cambió considerablemente haciéndose progresivamente más árido, la temperatura aumento bastante y el lago que rodeaba el monte desapareció, dejando paso a un desolado desierto, con escasez de precipitaciones y por lo tanto escasez de vegetación.
La acción corrosiva del viento determina interesantes fenómenos de erosión, como la formación de orificios y protuberancias. Muchas de las grutas que se infiltran en el Ayers Rock se debe a la acción eólica y a otros agentes atmosféricos.